No estamos descubriendo América, y ni siquiera los gráficos, pero pueden ser una buena manera de representar números y palabras. A ver si conseguimos que sirvan para para responder a lo anunciado en el título.
A estos de hoy seguirán otros gráficos, pues las 16 elecciones generales celebradas desde 1977 sirven para que nos hagamos una idea de la dimensión del drama electoral, aunque, como solo es política, lo de “drama” relativo: lo que van “muriendo” son candidaturas, al impedir la LOREG que sus votos consigan la representación parlamentaria que se merecen.
Por ejemplo, desde aquel 15 de junio del 77 han sido 13.551.659 los votos que nunca han conseguido sentar a sus candidaturas en el Congreso. A nadie se le escapa que, en un escenario de igualdad ante las urnas, la práctica continuada de la negociación post electoral y a lo largo de cada legislatura habría sido más rica y provechosa pues hoy los políticos serían más partidarios de los acuerdos y menos a las exageraciones que tanto enfrentan a unos contra otros, actitudes que tienden a emularse en la sociedad. De paso, es probable que también nos hubiéramos podido ahorrar las repeticiones de las elecciones de diciembre de 2015 y abril de 2019.
Pero hoy la cosa no va de “cadáveres” sino de los beneficios y perjuicios que la aplicación de la LOREG, es decir, la legislación electoral, ha deparado a las 167 candidaturas que, al menos en una ocasión desde las elecciones de octubre de 1982, sí han conseguido al menos un escaño en el Congreso. Incluyendo las de 1977 y 1979 se habría conseguido el mapa completo, pero se ha preferido sacarlas esta vez de la ecuación porque los acumulados de los dos partidos más beneficiados fueron muy similares a los obtenidos entre 1982 y 2011, el gráfico habría quedado muy abigarrado y, por último, aquellos dos años la pareja dominante fue la formada por UCD y el PSOE, mientras que desde 1982 lo fue la del PSOE con el actual PP, aunque este partido cambiara de nombre alguna vez.
El gráfico 1 incluye dos líneas de datos en una escala del 0 a 100%. La azul es la de los sucesivos porcentajes de escaños sobre el total fijo de los 350 del Congreso, adjudicados por la LOREG a la suma de PSOE y PP desde 1982 hasta 2023. La línea naranja representa, en cambio, los mismos porcentajes (es decir, siempre inferiores) de escaños que hubieran conseguido ambos partidos si la LOREG cumpliera el artículo 14 de la Constitución, el que dice que todos los españoles son iguales ante la ley. Tal parece que, según los partidos que aprobaron la LOREG, la urna es el mejor sitio para aplicar desigualdades interesadas.
El gráfico 2 incluye dos líneas de datos en una escala del 0 a 60%. La azul es la de los sucesivos porcentajes de escaños, sobre el total de los 350 del Congreso, adjudicados por la LOREG a todos los partidos que consiguieron escaños excepto PP y PSOE. La línea naranja representa, los mismos porcentajes de escaños que hubieran conseguido si la LOREG cumpliera el mismo artículo 14 de la Constitución antes citado. En este caso, los valores de la línea naranja son siempre superiores a los de la azul.
La línea azul del gráfico 3 refleja los sucesivos porcentajes de escaños obtenidos por el PSOE + PP y la naranja los obtenidos por todas las demás candidaturas. Véase que tuvo que estallar la crisis económica mundial de 2008 para que, siete años después, tales porcentajes se aproximaran.
Y el último gráfico representa lo que habría sucedido con los escaños del Congreso si la LOREG cumpliera el art. 14 de la C.E. llegando los “Otros” a superar en abril de 2019 a la pareja PSOE + PP.
Al final siempre se cuelan demasiadas palabras, pero no podemos cerrar esta entrega sin decir que, sea cual sea el mundo al que nos lleve esta segunda transición política, cualquier alternativa estará muy limitada si no se produce una verdadera reforma de la LOREG, legislando el mismo valor para todos los votos depositados en las urnas.
Hay otros cambios y avances muy necesarios en legislación electoral, pero esos los expondremos en nuevas entregas.